miércoles, 30 de enero de 2013

HISTORIA DEL MAQUILLAJE

La historia del maquillaje es milenaria, Es en el antiguo Egipto que nos encontramos con la primera evidencia del uso de los cosméticos.  

Los faraones utilizaban pelucas como signos manifiestos de distinción social y destacaba el maquillaje en los ojos para evitar mirar directamente a Ra, el dios Sol.
Las mezclas de metales concedían matices verdes para impregnar y proteger los párpados de los nobles. Es también en la cultura egipcia que surge la distinción sobre el color de la piel. Cleopatra representó la belleza en aquellos tiempos. Carismática y poderosa, inmortalizó su tratamiento de baño en leche, cubriendo sus rostros con barro y maquillando sus ojos con polvo de kohl.
Los griegos y romanos utilizaban también el ‘kohl’ para maquillar los ojos y las pestañas. Mientras que para blanquear la piel utilizaban una mezcla a base de yeso, harina de haba, tiza y albayalde (carbonato de plomo). También perfilaban las cejas y coloreaban los pómulos y labios con tonos rojizos.
En el siglo XIX se exageró la palidez del rostro, al punto  que las mujeres ingerían  sustancias tóxicas como el plomo y arsénico, que podían causar la muerte. Se marcaban también las ojeras y los pómulos se coloreaban levemente  mientras que los labios tenían un color carmesí.
El maquillaje del siglo XX estuvo marcado por la consolidación  de la industria cosmética y  por otros fenómenos sociales, como el auge de los medios de comunicación, el cine y la publicidad que instauraron distintos modelos de belleza de acuerdo con cada época.
En los primeros años, surgen los primeros polvos faciales perfumados, como los creados por el maquillador Max Factor. Los avances científicos también favorecieron la producción cosmética, como el descubrimiento de los estearatos, colorantes que revolucionaron la fabricación de labiales de nuevos colores.
En los 60 conviven dos tendencias: una que defendía la sofisticación y otra, la naturalidad de la mujer. La piel lucía entonces un tono menos pálido y más saludable, y con más frecuencia hay quienes se atreven a usar colores estridentes, propios de los psicodélicos años 70. También se ponen de moda las pestañas postizas y las cejas extremadamente finas, mientras que en la boca predomina el  rosa, al igual que en los pómulos.
Durante las  décadas siguientes, surge una obsesión por mantener una piel bronceada y  conviven variadas tendencias. Algunas más atrevidas juegan con colores estridentes, mientras otras están inclinadas hacia el ‘look’ natural, como sucedió en los 90, gracias al aparecimiento de bases y polvos translúcidos y del ‘gloss’ o brillo. En la actualidad, la característica es la variedad y el constante aparecimiento de innovaciones en la cosmética, como la utilización del aerógrafo para maquillar.

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